La prensa amarilla se define como prensa sensacionalista.
El amarillismo es también conocido como “Periodismo de tinta roja” este no tiene una buena reputación ni en el medio ni tampoco entre el público, por lo que se le considera una mal vía para desarrollar el periodismo, pero esto no implica que no exista.
En el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española el amarillismo se define como sensacionalismo y este significa Tendencia a producir sensación, emoción o impresión, con noticias, sucesos, entre otros.
La prensa sensacionalista como se le conoce a la prensa amarillita que contiene títulos de catástrofes y gran numero de fotografías con información detallada acerca de accidentes, crímenes, adulterios, problemas políticos.
Para ecuatoriano Fernando checa Montufar “la prensa sensacionalista suscita las mas encontradas reacciones, para unos es una basura alienante que incita a la violencia, la pornografía y provoca asco, para otros pone en evidencia la verdadera cara de nuestra sociedad, informa sin ocultar nuestros males, entre otros”.
Noam Chomski analista de los problemas mediáticos manifiesta que " La prensa, vestida siempre con los rojos de la objetividad y de la dignidad, resulta cada vez más instrumento de manipulación informativa, de comunicación sesgada y, en fin, de presión económica, política e ideológica. Sin embargo, no basta con censurar el progresivo deslizamiento de la prensa hacia actitudes negativas por sus consumidores, porque, a pesar de todo, sigue siendo la mejor posibilidad de acceder a la realidad circundante, especialmente desde una perspectiva de sosiego y reflexión, en la que gana la partida a la radio y a la televisión. Habrá, pues, que consumirla pero desde una actitud de crítica sospecha y de análisis sistemático de sus contenidos para ni llamarse a engaño ni infravalorar sus mensajes".
Está claro que el amarillismo o sensacionalismo está presente, en mayor o menor medida, en todos los medios impresos y que su instauración en determinados periódicos aumenta día a día, de forma preocupante, ante el temor de que la competencia se haga con grupos de lectores que antes no comulgaban con su línea editorial. El grado de superficialidad dependerá de la pretendida seriedad que quiera transmitir el periódico, pero incluso medios con una contrastada trayectoria de credibilidad están incurriendo en el error de introducirse al sensacionalismo.
El amarillismo es también conocido como “Periodismo de tinta roja” este no tiene una buena reputación ni en el medio ni tampoco entre el público, por lo que se le considera una mal vía para desarrollar el periodismo, pero esto no implica que no exista.
En el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española el amarillismo se define como sensacionalismo y este significa Tendencia a producir sensación, emoción o impresión, con noticias, sucesos, entre otros.
La prensa sensacionalista como se le conoce a la prensa amarillita que contiene títulos de catástrofes y gran numero de fotografías con información detallada acerca de accidentes, crímenes, adulterios, problemas políticos.
Para ecuatoriano Fernando checa Montufar “la prensa sensacionalista suscita las mas encontradas reacciones, para unos es una basura alienante que incita a la violencia, la pornografía y provoca asco, para otros pone en evidencia la verdadera cara de nuestra sociedad, informa sin ocultar nuestros males, entre otros”.
Noam Chomski analista de los problemas mediáticos manifiesta que " La prensa, vestida siempre con los rojos de la objetividad y de la dignidad, resulta cada vez más instrumento de manipulación informativa, de comunicación sesgada y, en fin, de presión económica, política e ideológica. Sin embargo, no basta con censurar el progresivo deslizamiento de la prensa hacia actitudes negativas por sus consumidores, porque, a pesar de todo, sigue siendo la mejor posibilidad de acceder a la realidad circundante, especialmente desde una perspectiva de sosiego y reflexión, en la que gana la partida a la radio y a la televisión. Habrá, pues, que consumirla pero desde una actitud de crítica sospecha y de análisis sistemático de sus contenidos para ni llamarse a engaño ni infravalorar sus mensajes".
Está claro que el amarillismo o sensacionalismo está presente, en mayor o menor medida, en todos los medios impresos y que su instauración en determinados periódicos aumenta día a día, de forma preocupante, ante el temor de que la competencia se haga con grupos de lectores que antes no comulgaban con su línea editorial. El grado de superficialidad dependerá de la pretendida seriedad que quiera transmitir el periódico, pero incluso medios con una contrastada trayectoria de credibilidad están incurriendo en el error de introducirse al sensacionalismo.
REFERENCIAS:
http://periodismomundial.grilk.com
http://www.ull.es
http://www.slideshare.net/abelsuing/prensa-sensacionalista-amarillista
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