La televisión es el medio de comunicación más frecuentado por la población española. El 80% de la población encuentra en este medio la principal fuente de información y una de las principales fuentes de entretenimiento y ocio.
Televisión educativa y produccción audiovisual
Las investigaciones que han abordado el estudio de este medio, se realizaron o bien a partir de los paradigmas dominantes de un modelo en un contexto dado, o bien a partir de estudios que buscaban otras respuestas alternativas a los paradigmas anteriores .
La primera investigación sobre este medio de comunicación, centrada en la teoría de los efectos, va a influir durante más de 10 años en los modelos de análisis sobre el estudio de la televisión.
Podemos decir que el trabajo fundacional en este campo tiene su origen hace 40 años. El Departamento de Investigación de Audiencias de la BBC sugirió a la Fundación Nuffield el patrocinio de una investigación sobre el impacto de la televisión en los niños y los adolescentes.
Durante cuatro años, entre 1.954 y 1.958, H. T Himmelwit, A.N. Oppenheim y P. Vance se abocaron a estudiar los efectos de la televisión en la audiencia infantil y juvenil en una época en la que todavía una proporción considerable de hogares ingleses no tenían televisión, lo cual permitía realizar eficaces comparaciones entre los hábitos de quienes eran espectadores y no espectadores de la televisión.
A partir de entonces, se realizaron muchos estudios en el contexto internacional con el fin de analizar los efectos positivos y negativos de este medio de comunicación. Los trabajos de Schramm (1.960) realizados a lo largo de tres anos en diez colectividades de los Estados Unidos acerca de los usos que hacen los niños de la televisión, los de Halloran (1.970) sobre su impacto social, los de Bagaley y Duck (1.976) centrados en el análisis del mensaje televisivo y los de Mander (1.977) que combina el análisis de los efectos cotidianos de la televisión con el análisis acerca de la influencia que puede ocasionar sobre los espectadores, la manipulación de las imágenes y el control sobre las conciencias, constituyen algunos de los más conocidos trabajos, herederos, de alguna manera de la investigación iniciada por Himmelweit y colaboradores .
Los trabajos de Fiske (1978), Masterman (1980 y 1985), Lull (1988 y 1990) en el contexto anglosajón, y los trabajos desarrollados por Kaplún (1.988 ), Martín Barbero (1.985), Guillermo Orozco (1990 y 1991) en el contexto latinoamericano, van a ser decisivos para cambiar de perspectiva y de orientación en el estudio de la televisión.
A partir de entonces las investigaciones dejan de estar centradas en los efectos o en sus contenidos para ocuparse de las audiencias y de la recepción, no desde una perspectiva cuantitativa como se había hecho hasta ese momento, sino tomando a los espectadores en situaciones y contextos específicos de recepción como pueden serlo el contexto familiar o la escuela.
Antecedentes españoles
En España se han desarrollado, sobre todo, trabajos centrados bien en el análisis de contenidos, en los efectos, o centrados en la medición cuantitativa de audiencias con propósitos de marketing.
Se destacan, por su originalidad o puntos de vista que luego serán de referencia para otros trabajos, las investigaciones desarrolladas por Alonso, Matilla y Freire (1978) que estudiaba la vinculación entre televisión e infancia a partir de una encuesta realizada a 1.000 niños en las provincias de La Coruña, Murcia y Soria y que puede considerarse un trabajo pionero en el análisis de los contenidos de la televisión y las audiencias infantiles, el estudio de Aparici, García Matilla y Fernández (1985) que analizaba la vinculación televisión y la iniciación al mundo del consumo, los trabajos de Ferrés I Prats (1994) que estudia el fenómeno televisivo como práctica social cultural y el estudio de Javier Calleja (1994) que analiza a las audiencias desde una perspectiva etnográfica.
Asimismo merecen destacarse desde una perspectiva teórica los trabajos realizados por Cebrián Herreros, Moragas, González Requena y Vilches entre otros, que han aportado una dimensión de análisis semiológico. sociocultural o psicoanalítico al estudio del fenómeno televisivo.
Acerca de esta investigación
Todos estos trabajos han estado presentes de alguna manera al diseñar esta investigación. Esto significa que este estudio deja de estar centrado en la tradición de los efectos o de los contenidos, deja de basarse en estudios cuantitativos y no se limita a analizar el comportamiento de las audiencias. Este trabajo pretende integrar estas diferentes perspectivas con el fin de realizar una investigación aplicada al contexto de la educación, de la familia y de la sociedad.
El análisis de la televisión, como el de cualquier otro medio de comunicación, no debe limitarse al análisis de los contenidos, ni al tipo de representaciones que utiliza en sus mensajes, ni mucho menos limitarlo al estudio de los efectos que el medio ejerce sobre un grupo dado. Todos ellos son aspectos parciales de un fenómeno y una matriz mucho más compleja. Es imprescindible desarrollar metodologías que ofrezcan una perspectiva diferente a la dominante centrada en el marketing, o en los efectos, o en el uso y gratificaciones (ver cuadro en la página siguiente).
La primera investigación sobre este medio de comunicación, centrada en la teoría de los efectos, va a influir durante más de 10 años en los modelos de análisis sobre el estudio de la televisión.
Podemos decir que el trabajo fundacional en este campo tiene su origen hace 40 años. El Departamento de Investigación de Audiencias de la BBC sugirió a la Fundación Nuffield el patrocinio de una investigación sobre el impacto de la televisión en los niños y los adolescentes.
Durante cuatro años, entre 1.954 y 1.958, H. T Himmelwit, A.N. Oppenheim y P. Vance se abocaron a estudiar los efectos de la televisión en la audiencia infantil y juvenil en una época en la que todavía una proporción considerable de hogares ingleses no tenían televisión, lo cual permitía realizar eficaces comparaciones entre los hábitos de quienes eran espectadores y no espectadores de la televisión.
A partir de entonces, se realizaron muchos estudios en el contexto internacional con el fin de analizar los efectos positivos y negativos de este medio de comunicación. Los trabajos de Schramm (1.960) realizados a lo largo de tres anos en diez colectividades de los Estados Unidos acerca de los usos que hacen los niños de la televisión, los de Halloran (1.970) sobre su impacto social, los de Bagaley y Duck (1.976) centrados en el análisis del mensaje televisivo y los de Mander (1.977) que combina el análisis de los efectos cotidianos de la televisión con el análisis acerca de la influencia que puede ocasionar sobre los espectadores, la manipulación de las imágenes y el control sobre las conciencias, constituyen algunos de los más conocidos trabajos, herederos, de alguna manera de la investigación iniciada por Himmelweit y colaboradores .
Los trabajos de Fiske (1978), Masterman (1980 y 1985), Lull (1988 y 1990) en el contexto anglosajón, y los trabajos desarrollados por Kaplún (1.988 ), Martín Barbero (1.985), Guillermo Orozco (1990 y 1991) en el contexto latinoamericano, van a ser decisivos para cambiar de perspectiva y de orientación en el estudio de la televisión.
A partir de entonces las investigaciones dejan de estar centradas en los efectos o en sus contenidos para ocuparse de las audiencias y de la recepción, no desde una perspectiva cuantitativa como se había hecho hasta ese momento, sino tomando a los espectadores en situaciones y contextos específicos de recepción como pueden serlo el contexto familiar o la escuela.
Antecedentes españoles
En España se han desarrollado, sobre todo, trabajos centrados bien en el análisis de contenidos, en los efectos, o centrados en la medición cuantitativa de audiencias con propósitos de marketing.
Se destacan, por su originalidad o puntos de vista que luego serán de referencia para otros trabajos, las investigaciones desarrolladas por Alonso, Matilla y Freire (1978) que estudiaba la vinculación entre televisión e infancia a partir de una encuesta realizada a 1.000 niños en las provincias de La Coruña, Murcia y Soria y que puede considerarse un trabajo pionero en el análisis de los contenidos de la televisión y las audiencias infantiles, el estudio de Aparici, García Matilla y Fernández (1985) que analizaba la vinculación televisión y la iniciación al mundo del consumo, los trabajos de Ferrés I Prats (1994) que estudia el fenómeno televisivo como práctica social cultural y el estudio de Javier Calleja (1994) que analiza a las audiencias desde una perspectiva etnográfica.
Asimismo merecen destacarse desde una perspectiva teórica los trabajos realizados por Cebrián Herreros, Moragas, González Requena y Vilches entre otros, que han aportado una dimensión de análisis semiológico. sociocultural o psicoanalítico al estudio del fenómeno televisivo.
Acerca de esta investigación
Todos estos trabajos han estado presentes de alguna manera al diseñar esta investigación. Esto significa que este estudio deja de estar centrado en la tradición de los efectos o de los contenidos, deja de basarse en estudios cuantitativos y no se limita a analizar el comportamiento de las audiencias. Este trabajo pretende integrar estas diferentes perspectivas con el fin de realizar una investigación aplicada al contexto de la educación, de la familia y de la sociedad.
El análisis de la televisión, como el de cualquier otro medio de comunicación, no debe limitarse al análisis de los contenidos, ni al tipo de representaciones que utiliza en sus mensajes, ni mucho menos limitarlo al estudio de los efectos que el medio ejerce sobre un grupo dado. Todos ellos son aspectos parciales de un fenómeno y una matriz mucho más compleja. Es imprescindible desarrollar metodologías que ofrezcan una perspectiva diferente a la dominante centrada en el marketing, o en los efectos, o en el uso y gratificaciones (ver cuadro en la página siguiente).
Televisión educativa y produccción audiovisual
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